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EJERCICIO DE FERTILIDAD

EJERCICIO DE FERTILIDAD

EJERCICIO PARA MEJORAR LA FERTILIDAD Y LOS RESULTADOS DEL EMBARAZO

Diferentes cantidades de actividad física pueden influir en la fertilidad y los resultados del embarazo. El ejercicio excesivo o la falta de ejercicio pueden disminuir la fertilidad al impactar negativamente la ovulación, los ciclos menstruales, así como la calidad del óvulo y el esperma. Las mujeres que hacen ejercicio antes y durante el embarazo tienen mejores resultados obstétricos con menor riesgo de complicaciones.

Las mujeres que hacen ejercicio en exceso pueden tener disfunción ovulatoria, niveles bajos de estrógeno y posiblemente pérdida ósea (osteopenia u osteoporosis). Un índice de masa corporal (IMC) bajo se asocia con oligomenorrea (ovulación irregular) o amenorrea (falta de ovulación y menstruación). Por el contrario, la falta de ejercicio y el sobrepeso o la obesidad también pueden afectar la ovulación y la calidad del óvulo.

El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es el trastorno hormonal más común en mujeres en edad reproductiva, y está estrechamente asociado con la obesidad y la disfunción ovulatoria. Las mujeres obesas con SOP tienen un mayor riesgo de abortos espontáneos, pero el ejercicio regular con modificaciones en la dieta puede mejorar los resultados de fertilidad. Se ha documentado que la pérdida de peso de hasta un 5-10% del peso corporal total junto con el ejercicio es suficiente para restaurar la ovulación normal.

El ejercicio tiene muchos beneficios que incluyen el aumento de los niveles de energía, la mejora del estado de ánimo general, la confianza en sí mismo y la postura. Además, el ejercicio regular puede mejorar los trastornos del sueño, la hinchazón, el estreñimiento y los dolores de cabeza. A largo plazo, disminuyen significativamente los riesgos de enfermedad cardiovascular y diabetes.

El ejercicio también tiene un impacto sustancial en el manejo del estrés, que es común en las mujeres que intentan concebir. El estrés resulta en la liberación de cortisol y catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) que provocan la constricción de los vasos sanguíneos, el aumento de los niveles de azúcar, la tasa metabólica, el pulso y la presión arterial. La actividad física regular puede mitigar estos efectos perjudiciales al liberar endorfinas, mejorar la circulación, bloquear la liberación excesiva de cortisol y catecolaminas. En general, se aumenta el flujo sanguíneo al útero y los ovarios, lo que mejora la calidad del óvulo y la implantación del embrión.

El embarazo no es un buen momento para comenzar a hacer ejercicio vigoroso si nunca se ha hecho ejercicio antes. Idealmente, se debe comenzar a hacer ejercicio antes del embarazo y continuar moderadamente durante el embarazo y el período posparto. Durante el ejercicio, se recomienda mantenerse hidratado y evitar el sobrecalentamiento en el primer trimestre.

Es importante evitar el trauma durante el embarazo, que puede ser más prevalente en deportes como: esquí, baloncesto, fútbol, buceo, equitación y deportes de raqueta. Estos tipos de actividades son aceptables antes del embarazo, ya que pueden aumentar la frecuencia cardíaca, el gasto cardíaco y mejorar los resultados de fertilidad. Caminar, andar en bicicleta, entrenamiento físico con pesas ligeras, nadar y hacer yoga son tipos de ejercicio aceptables antes y durante el embarazo. Correr también es una excelente manera de estimular la fertilidad al reducir el nivel de estrés y mejorar la circulación, pero correr en exceso provoca problemas de ovulación.

Como último punto, se debe alentar a las mujeres a hacer ejercicio regularmente para mantener un estilo de vida saludable junto con una dieta equilibrada cuando intentan concebir y también durante el embarazo.