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Aproximadamente el 50% de los embarazos en los Estados Unidos son no planificados y, una vez confirmado el embarazo, puede ser difícil tratar condiciones médicas, cambiar el estilo de vida y hábitos. Es mejor evaluar los riesgos de ciertas condiciones al menos 3-6 meses antes del embarazo y hacer los ajustes necesarios. La consejería preconcepcional con un especialista en fertilidad puede ser útil para mejorar las tasas de fertilidad y el resultado general del embarazo.
Todas las mujeres deben consumir 0.4 mg de ácido fólico diariamente comenzando 2-3 meses antes de intentar concebir. El suplemento puede ser en forma de consumir alimentos ricos en ácido fólico o a través de pastillas suplementarias. Las vitaminas prenatales típicamente contienen una cantidad adecuada de ácido fólico y pueden ser una alternativa al uso de ácido fólico solo.
Es importante mantener una dieta bien equilibrada antes y durante el embarazo. Además, un nivel adecuado de actividad física mejorará el flujo sanguíneo al útero y a los ovarios, reducirá el estrés y mejorará la función de la ovulación.
La predicción de la ovulación y la sincronización del coito son factores importantes para mejorar la fertilidad. Documentar la duración del ciclo y estimar la fecha de ovulación también mejorará el potencial de fertilidad. El óvulo es viable por 24 horas en la trompa de Falopio y el esperma puede estar presente en el tracto genital femenino hasta 3-4 días después del coito. Los kits predictivos de ovulación pueden ser útiles para estimar la ovulación y así sincronizar el coito. Si los ciclos menstruales son irregulares, la ovulación es irregular o está ausente, y en tales casos, se recomienda buscar una evaluación con un especialista en fertilidad seguida de la inducción de la ovulación.
Las mujeres con ciclos menstruales regulares deben intentar concebir durante un año antes de comenzar el estudio de infertilidad si tienen menos de 35 años. Después de los 35, se recomienda iniciar la evaluación después de 6 meses de coito sin protección. Si existen problemas médicos, un problema masculino conocido o un historial de ciclos menstruales irregulares o infección pélvica, el estudio debe iniciarse de inmediato. Si no se logra el embarazo según los criterios anteriores, se recomienda una consulta con un especialista en fertilidad. Un especialista en fertilidad es un obstetra y ginecólogo capacitado en una residencia de cuatro años que recibió formación adicional durante tres años en endocrinología reproductiva e infertilidad.
