Como parte de la evaluación estándar de infertilidad, los parámetros del esperma deben ser evaluados con un análisis de semen. El análisis de semen debe realizarse después de 2-3 días de abstinencia y no más de 10 días. Si alguno de los parámetros es anormal, debe repetirse para confirmar dicho parámetro anormal y, en ausencia de esperma (azoospermia) o con parámetros de semen deficientes, se recomienda una evaluación urológica.
El análisis de semen proporciona información cuantitativa sobre el esperma y consta de cuatro parámetros básicos. Estos incluyen el volumen, el recuento (concentración), la motilidad (capacidad de movimiento activo) y la morfología (apariencia del esperma).
Los parámetros normales de semen son los siguientes:
Volumen: Al menos 1.5 cc o más
Recuento: 15 millones por cc o más
Motilidad: 40% o más deberían estar moviéndose hacia adelante
Morfología: 4% o más deberían verse normales
El análisis de semen no proporciona información sobre la función del esperma, sino más bien una comprensión básica de su producción y actividad. En algunos hombres con un análisis de semen normal, la calidad del esperma aún puede estar comprometida. Aunque no existe una prueba perfecta para evaluar la calidad del esperma, una prueba desarrollada recientemente llamada ensayo de integridad del ADN espermático (SDIA) o ensayo de estructura de cromatina espermática (SCSA) se ha utilizado para diagnosticar casos de infertilidad masculina no identificada con un análisis de semen normal.