La eclosión del blastocisto es un paso crítico en la secuencia de eventos fisiológicos que culminan en la implantación. La falta de eclosión [debido a anomalías intrínsecas en el blastocisto o en la zona pelúcida (ZP)] puede ser uno de los muchos factores que limitan la eficiencia reproductiva humana.
La eclosión asistida (AH) implica el adelgazamiento artificial o la apertura de la ZP y se ha propuesto como una técnica para mejorar las tasas de implantación y embarazo después de la fertilización in vitro (FIV). Un aumento en la tasa de implantación tras la apertura mecánica de la ZP (disección parcial de la zona-PZD) se informó por primera vez en la década de 1990. Un ensayo prospectivo y aleatorizado de eclosión asistida selectiva 72 horas después de la recuperación (perforación de la zona con solución de Tyrode acidificada) sugirió una mejora en las tasas de implantación cuando el procedimiento se aplicó selectivamente a embriones con un “pronóstico desfavorable” (basado en el grosor de la zona, el número de blastómeros, las tasas de fragmentación, la edad materna, etc.). Desde estos primeros informes, muchos programas de tecnología de reproducción asistida (TRA) han incorporado el uso de la eclosión asistida en sus esfuerzos por mejorar los resultados clínicos.
El procedimiento de eclosión asistida generalmente se realiza el día 3 después de la fertilización, utilizando varios métodos. Estos incluyen la creación de una abertura en la zona (ya sea con solución de Tyrode acidificada, con una microaguja de vidrio, usando un láser o mediante un piezomicromanipulador). Utilizamos un láser de CO2 para este procedimiento, el cual presenta ventajas sobre otros métodos. Estas incluyen un período de tiempo más corto, la precisión (el método más preciso para realizar AH) y la ausencia de daño térmico adyacente. La manipulación artificial de la ZP se ha asociado con un mayor riesgo de gemelos monocigóticos. Los pacientes cuyos embriones son eclosionados a menudo son tratados con antibióticos y esteroides antes y después de la transferencia de embriones, exponiéndolos a los posibles riesgos y efectos secundarios de dichos tratamientos.
El Dr. Bayrak no sugiere realizar AH de forma rutinaria a todos los pacientes de FIV en este momento. La eclosión asistida puede ser clínicamente útil en pacientes con un pronóstico desfavorable, incluidos aquellos con ≥2 ciclos de FIV fallidos, mala calidad embrionaria y mujeres ≥38 años de edad (ASRM). Se han observado mayores tasas de embarazo clínico e implantación después de la eclosión asistida.