La reserva ovárica se refiere al número de óvulos que quedan en los ovarios, lo cual determina significativamente el resultado de la fertilidad. No se puede contar o determinar el número exacto de óvulos basándose en los niveles hormonales, pero ciertas pruebas pueden proporcionar información precisa sobre la reserva ovárica.
Las mujeres nacen con un número finito de óvulos, y la reserva ovárica disminuye gradualmente a lo largo de los años reproductivos. Al nacer, están presentes aproximadamente 1-1.5 millones de óvulos, que se reducen a la mitad en la pubertad y bajan a alrededor de 25,000 a los 37 años. Se estima que la primera disminución ocurre a los 27 años, lo que puede no ser clínicamente relevante, pero la segunda disminución a los 35 años se considera significativa. La disminución de la reserva ovárica es asintomática y la tasa de disminución depende principalmente de la genética. Cuando no quedan óvulos en los ovarios, no hay ovulación ni ciclos menstruales y la mujer entra en la menopausia.
Las pruebas hormonales comunes para evaluar la reserva ovárica incluyen la medición de los niveles de FSH y estradiol en el tercer día de la menstruación. Los niveles de FSH y estradiol pueden no ser confiables en algunos ciclos si los niveles están dentro del rango normal. Los niveles son más significativos si están elevados, lo que sugiere una disminución de la reserva ovárica (DOR). Más recientemente, la medición de la hormona antimülleriana (AMH) ha ganado popularidad debido a su capacidad para predecir mejor los resultados del tratamiento de fertilidad. Otro marcador de la reserva ovárica es la Inhibina B, aunque no añade más información a las pruebas mencionadas anteriormente.
El mejor predictor del resultado de la fertilidad y del tratamiento es la medición del recuento de folículos antrales (AFC) en los primeros días del ciclo menstrual. El Dr. Bayrak recomienda la combinación del AFC con las mediciones hormonales para determinar con precisión la reserva ovárica.